Verás, aún
no sé muy bien cómo funciona este mundo.
Y no me
interesa demasiado,
me importa
más saber cómo funcionas tú,
aunque al
fin y al cabo “tú” y “mundo” es lo mismo.
Y hoy que el
mundo se me cae encima,
ojalá fueras
tú.
La angustia
me estrangula
y empieza a
ser agradable,
es la única
que me toca últimamente
A veces
llega el pánico
y se pelean
en mi cabeza haciéndome temblar
pero en poco
se ponen de acuerdo,
saben que juntos
me vencen en un par de horas.
Aficionados.
Tú lo hacías
en un latido.
Últimamente
paso más tiempo del que me gustaría en el suelo,
a veces, me
tropiezo con mis propios pies.
No se
acostumbran a no enredarse con los tuyos.
A no caminar
entre tus pasos.
Otras veces las
rodillas me fallan
cuando miro
al espejo y veo solo ojeras
labios en
sangre
y una imagen
demacrada.
La mía.
Pero la
mayoría de las noches soy yo la que se deja caer,
el suelo
está helado y está bien sentir algo.
Además, la
cama huele a ti.
no se me
ocurre nada más horrible que eso en este momento.
El problema
es que si me dieran a elegir
algo que ser
volvería a
elegir ser tu error
Volvería a
dejar que me arrojases por el precipicio
con tal de
que volvieras a tocarme.
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